Para comenzar vamos a preguntarnos qué es la culpa. Es sentir un dolor por algo que hemos hecho, y estaba mal. Entonces muchos me dicen que sienten culpas por la muerte de un hermano, de un hijo, y yo me pregunto. ¿Por qué tenemos que sentir culpas, por la muerte de nuestro ser querido, si nosotros no decidimos que partieran? Si fue la vida la que quiso llevarlos, ¿alguna vez se pusieron a pensar en que culpa tenemos de esa partida? creo que por mi parte, jamás habría querido que mis hermanos partieran, sino todo lo contrario, Pero bueno vayamos analizando un poco mas la culpa.
¿Quien de todos los que leemos este texto no sentimos culpa en algún momento?, Cualquiera haya sido la forma en que partió un ser querido, ya sea por un accidente, una enfermedad, o un suicidio.
En el caso de accidente: lo primero que se pregunta es por que lo deje ir, si no hubiera ido, eso no hubiera pasado, si me hubiera uno hecho caso, si los amigos no le hubieran insistido, si no lo hubiera llevado, y miles de preguntas mas.
Algo parecido sucede cuando hubo una Enfermedad: Por que no lo lleve antes al medico, por que nunca ningún medico me dijo nada, por que no lo traslade de sanatorio, por que no hicieron todo lo posible, etc.
O en un Suicidio: Por que lo deje solo, por que no hable con el, por que no lo escuche, por que no estuve mas cerca de el cuando me necesito, etc.
Así, la culpa se transforma en compañera de ruta, comienza a vivir más cerca, a invadir nuestra mente. Y obviamente esa culpa será siempre nuestra, pero cuando ya no podamos aguantarla se la atribuiremos a otra persona, ya sea amigo, médico, padres, hermanos, etc. Como queriendo sacarla para evitar ese sufrimiento.
Pero yo me pregunto ¿es normal sentir esa culpa? ¿Nos ayuda de algo? sentir hará volver a mi hermano, mi hijo, o solo va a hacerme sufrir mas y mas? Yo ya atravieso un gran dolor, un duelo que jamás pensé que llegaría, ¿y encima tengo que agregarle esa culpa?
En mi corta edad, cuando fue la partida de mi hermana, sentí culpa que no me dejaba pensar bien ni elaborar mi duelo, de hacerlo mas transitable. Hoy yo me pregunto de que me sirve auto-castigarme. En el proceso de duelo, la culpa solo ayuda a aumentar la carga de dolor en lugar de disminuirla. Cuando esto sucede, lo mejor es detenerse y pensar ¿de quien es la culpa? Descubriremos con el tiempo que no hay culpables. Todos sabemos que tenemos un final en esta vida terrenal, y lo normal no es que primero parta un hijo ni un hermano antes que nuestros padres. La sociedad nos crió con el pensamiento de que nuestros padres partieran primero, luego nosotros (hijos) y después nuestros hijos (nietos); nadie está preparado para la perdida de un hijo ni de un hermano. También tengamos en cuenta que la pérdida de un hijo es diferente a la pérdida de un hermano, -eso siempre lo discutí- son dolores diferentes, incomparables: en el caso de los padres, los hijos son lo más sagrado que tienen. Pero en el caso de los hermanos, nosotros los perdemos y sin darnos cuenta que también perdemos a nuestros padres; los perdemos en el sentido que ya no están a nuestro lado, nos falta esa contención que necesitamos, cambian los roles, pasamos de ser hijos a ser padres de nuestros padres, a estar mas atentos de ellos, a usar esa “careta” para que no nos vean que estamos mal, sino para que sientan que nos tienen, al dolor de la perdida de un hermano hay que sumarle el dolor de no poder contar con la contención de quienes nos contuvieron siempre. Entonces ahí viene otro sentimiento de culpa mas a nosotros y vuelven los “por que”, vuelve el enfado hasta con nuestros propios hermanos y decirles “si vos no te hubieras ido, esto no estaría pasando”, “si vos estuvieras acá”, “estarías conteniendo a nuestras familia”, etc. Pero lo peor es que no termina ahí, después viene el pedir perdón, a los angelitos que no están; le hablamos pidiendo fuerzas, esa ayuda que necesitamos, y tratando de entender que la culpa no la tiene nadie, sino que paso por que tenia que pasar, por que vinieron a cumplir su misión en la tierra y lograron cumplirla antes que nosotros.
Siempre me pregunté cómo estarán ellos en el cielo y que pensaran de todo lo que estamos viviendo aquí, la respuesta que siempre me viene a la mente, es que están felices en un lugar mágico, en un lugar soñado, lleno de paz, de amor, un lugar de donde nadie quiere regresar. Quizás es una respuesta tonta, pero de todos los que partieron nadie volvió, y por algo será. Será que cuando nos toque partir, estaremos tan bien que no vamos a querer regresar. Eso es lo que siempre me viene a la mente y lo que me ayuda a ser Feliz.
Como una vez lo dije, la vida es como un tren, ellos estuvieron en algunas estaciones anteriores para tomarlo, nosotros estamos en la estación; en cualquier momento puede llegar nuestro tren, que nos llevará a su lado. Nadie está a salvo, por eso mi pensamiento es disfrutar día a día, disfrutar cada hijo, cada hermano, cada familia, cada amigo; disfrutar los momentos que son únicos e irrepetibles, sin dudar en abrazar al de al lado, decir ese Te Quiero, hay veces que eso nos llega al corazón y nos hace feliz. Como también no olvidarnos de los Ángeles que tenemos, quienes nos cuidan y protegen, y sin darnos cuenta vaya uno a saber cuantos Te Amo nos envían y nos dicen. El día es hoy; levanta tu mirada, búscalo en esa estrella, y decile “Yo Te Amo y se que Tu También” se que estas a mi lado y siempre estarás. Simplemente Te Amo, ayúdame a que la culpa que siendo, de apoco salga sola de mi mente. Siempre Te Amare.
Texto Diego Mercado